"Tan necios como para tropezar con nuestra propia sombra" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -Gedoxis-

lunes, 28 de marzo de 2011

Oquedad...

Kingdom Hearts: Birth By Sleep - Ventus' Theme - EXTENDED

Qué extraño, siento como si una suave brisa me despertara de un sueño eterno...
Juraría que hasta no hace mucho estaba plácidamente durmiendo en mi cama, acurrucado entre mis cálidas sábanas retomando recuerdos felices.
Estoy seguro, estaba acostado, recordando su cara, sus ojos, sus labios...

¡Es cierto! ¿Qué demonios hago aquí?
¿Qué es este sitio? ¿Qué ocurre...?

Un gran espacio desierto y gris se descubre ante mis ojos. Un mundo sin suelo ni techo, sin paredes ni ventanas, sin cielo ni tierra, sin mar ni montañas.

Algo extraño me envuelve, siento como un viento desconocido arrastra mis sentimientos y se los lleva hacia un lugar mejor, lejos de mí, para evitarles más penurias.
No sé por qué solo con estar aquí siento como si nada importara, como si toda felicidad y todo dolor no existieran.

¿Qué es este lugar...?

- La nada -dice una extraña voz a mis espaldas- Detrás de nuestra existencia se encuentra el inmenso vacio. La nada. Donde no existe la historia, donde no mora la mente, donde no descansa el alma...

Sin sentir miedo alguno me giro lentamente. Voy rotando sobre mí mismo, mientras tanteo un suelo invisible, para descubrir una minúscula mota de oscuridad, una pequeña sombra difuminada y suspendida en el vacío.

- Estás en "Ninguna parte" -dice la voz- donde todo es uno, y donde uno es nada...

Lentamente la extraña sombra va creciendo y tomando forma.
Poco a poco un polvo blanco amarillento brota de entre las distancias para arremolinarse en un mismo punto. Se van uniendo la oscuridad y el polvo construyendo una figura triste y encorvada.
Una oscura toga de humo negro recubre su cuerpo y una capucha negra oculta su tez. En su mano izquierda lleva un refulgente reloj de arena dorado mientras en la mano derecha esgrima una enorme guadaña de plata con acabados en nácar.

- ¿Quién eres? -pregunto tímidamente.
- ¿Que quién soy yo? -responde indignado el encapuchado- Bueno, la verdad es que es una buena pregunta. Sí, muy buena. ¿Quien soy? ¿Soy la nada? ¿Soy el tiempo? ¿Soy la muerte? ¿Soy Dios? ¿O quizás, soy tú...?

Un extraño silencio sepulcral se propaga por el aire, y de pronto, rompiendo el tañido del silencio dice:
- Soy aquel a quien comúnmente denomináis como la muerte, o para ser más precisos soy conocido como el Fin de los tiempos.

¿Qué está ocurriendo? ¿Es esto un sueño...?

- No -dice el- No es un sueño. Puedes pellizcarte cuanto quieras que no hay lugar al que volver.

Vuelvo a depositar en él mi mirada para descubrir como se acerca poco a poco.

- Señor Fin de los tiempos. Entonces, ¿es verdad qué...?
- Tranquilo, hay confianza, puedes llamarme Fin.
- Pues Fin ¿podrías decirme si es que acaso ha llegado mi hora?
- Así es. Ha llegado. Has muerto durmiendo plácidamente, la mejor de las muertes. Dejaste de respirar mientras soñabas con la mujer a la que amabas.

Entonces vuelven a mi los recuerdos, su cara, sus ojos, sus labios. Cierro los ojos e intento recordarla, pero poco a poco se va desvaneciendo.

- ¿Me vas a matar? Por favor no me hagas daño...
- ¡No me lloriquees! Tranquilo. Tú ya estás muerto, así que no sufras.
- Entonces, ¿por qué estás aquí?
- Mi labor consiste en llevar la cuenta para saber cuándo llega vuestra hora. Miro mi reloj y cuando llegáis aquí tengo que atravesaros con mi guadaña para que vuestra alma se desintegre y desaparezcáis.

Es en ese momento cuando recobro la compostura y le miro a los ojos sin titubear:
- Haz lo tengas que hacer, pero que sea rápido.
- Tranquilo -dice cariñosamente- Te prometo que no te dolerá.

Se coloca ante mí y eleva la guadaña; Deja caer el mortífero instrumento velozmente y, dibujando un curva perfecta, la sonrisa de la hoja roza levemente mi cabeza y se posa sobre mi hombro, sin producirme daño alguno.

- Qué curioso -dice intrigado- No te has movido ni un ápice. ¿Esa valentía es por orgullo o porque no guardas acaso terror en tu alma?
- Lo siento -digo moviendo la cabeza- Ni la una ni la otra. Si que estoy aterrorizado mientras que llega el fin, pero esta entereza proviene de saber que he tenido la oportunidad de vivir y uno tiene que ser consciente de que tarde o temprano este préstamo debe pagarse.

- Bien, eso está muy bien. Perdón por jugar contigo antes. Pero quiero que sepas que puedo concederte una última voluntad.
- ¿De qué tipo se trata?
- La que tú quieras, siempre y cuando no haya que volver a la vida. Puedo darte lo que más te venga en gana para que puedas disfrutarlo por última vez. Hay quienes me piden que les permita fumarse un cigarrillo, otros quieren oír una canción por última vez, y bueno, otros por ejemplo prefieren pasarse media hora encomendándose al Señor. Ellos sabrán lo que hacen con sus dioses.

Me desentiendo un segundo de la conversación y desvío mis pensamientos para intentar buscar algo que merezca la pena hacer por última vez.
Pienso en la eternidad y en intentar inmortalizar en un momento toda mi vida, resumirme en un único gesto eterno.
Pero entonces se me ocurre algo mejor...

- No puedo volver a la vida, ¿cierto?
- Cierto.
- Pero todavía no he desaparecido, ¿no?
- Así es.
- Entonces mi última voluntad se tiene que realizar obligatoriamente por así decir en este mundo ¿Me equivoco?
- Para nada, has dado justo en el clavo ¿Ya sabes qué deseas?
- Sí ¡Quiero quedarme aquí para siempre!

Entonces el encapuchado aparta la vista de mi y empieza a rascarse suavemente la cabeza mientras mira a su alrededor como si estuviera buscando algo.

- Hombre, puedo hacerlo, pero es la primera vez que me piden algo semejante.
- Entiéndeme, no quiero desaparecer. Es mi voluntad. Prefiero permanecer aquí eternamente antes que sentir como se desvanece lo poco que me queda de existencia.

Me mira tristemente y con voz seria me dice:
- Entonces te convertirás en un alma en pena ¿Es eso lo que quieres? Vagarás por toda la eternidad en la nada, y jamás podrás rectificar.
- Tranquilo -menciono con risa burlona- Aquí es donde tu entras en juego ¡Adóptame!

Soltó una profunda carcajada.
- ¿Qué estás diciendo? ¿Que te adopte?
- Más o menos. Permíteme ser tu pupilo, tu hermano, déjame trabajar a tu lado por toda la eternidad y poder compartir contigo esta terca soledad. Te lo ruego.

Me arrodillé a sus pies mientras la poca esperanza que quedaba en mi se marchitaba para siempre. Aferrado a las oscuras telas que cubrían su cuerpo lloraba desconsoladamente al pensar en que todo cuanto fui había desaparecido y que lo poco que quedaba de mí no tardaría en desaparecer...

Entonces, sin previo aviso, levantó la guadaña, la sacudió en el aire y como un huracán la hizo bailar a mi alrededor, despellejándome las carnes y dejando intacta mi alma.

Cuando de mi existencia no quedó nada más que una pobre alma desnuda me cubrió con una capa negra y me entregó el reloj de arena. Me levanté y observé el precioso objeto dorado con el que me había obsequiado. Podía ver mi nombre plasmado en él y toda la arena en un mismo compartimento. Pero tras la visión la arena desapareció y con ella mi nombre.

- Ahí puedes ver el lapso de vida restante de todas las personas. Gracias a él puedo saber cuándo llegarán las almas por destruir.
- Ahora -dijo- ya no tienes ni nombre, ni existencia material, no existe lugar a donde puedas volver ni a donde tengas oportunidad de dirigirte.

Se irguió triunfante y prosiguió con voz poderosa:
- Prepárate. A partir de ahora no volverás a recordar qué es el descanso. Desde este mismo instante ambos estaremos unidos y nuestra labor será seguir con el fin de las vidas y la destrucción de las almas.

- Gracias. -le dije desde la sinceridad más pura que jamas hubiera imaginado.
- No hay de qué. Se agradece no tener que cargar yo solo con la desesperación de todo el mundo.

Me acarició la cabeza suavemente. No sé si como muestra de afecto o de agradecimiento, solo recuerdo que fue la única vez que sentí algo de calor en aquel mundo de dolor.

- Entonces -dije antes de partir- si yo ya no tengo nombre ¿quién soy?
- Buena pregunta. Esta vez sí que te puedo responder -dijo con una sonrisa- Ahora que somos hermanos, ambos formamos parte del mismo Fin de los tiempos. Yo blandiré la guadaña y tu portarás el reloj...

[#376] Hermanos eternos. El tiempo de las muertes y la muerte de los tiempos...

jueves, 24 de marzo de 2011

Desesperación...

Frédéric Chopin - Marche Funèbre

Bajo la atenta mirada de la muerte no queda nadie capaz de sobrevivir.
Solo el frió manto de la noche alcanza a burlar a la suerte y consigue sonreír a través de las estrellas que siguen allí suspendidas, vigilando a todo ser que intente escapar de su mirada.

Siente el suave frescor de perfume, el aliento de la muerte que cubre la esperanza bajo un mar de nubes negras, las autopistas negras que atraviesan volando mi terca soledad. Todo se oscurece tras los párpados del terror y la desesperación, todo carece de sentido a la vez que recobra todo aprecio, todo amor y toda melancolía al saber que se perderá la totalidad de nuestra existencia tras un tramo lúgubre y agonizante.

Pero por mucho que se llore o se implore el día del juicio final se acerca implacablemente, hora tras hora, día tras día, año tras año...
El tiempo no se detiene, solo inapreciamos su velocidad durante la felicidad y saboreamos amargamente su dilación a lo largo del llanto.

De ese modo llegamos a la conclusión de que el tiempo, se haga lo que se haga, avanzará. Del mismo modo que mi tiempo avanzó mientras estas lineas iban naciendo de mis pensamientos tu tiempo se va consumiendo mientras saboreas cada párrafo que hay ante tus ojos.

Sabiendo que la arena de nuestro reloj no es ilimitada debemos buscar, a lo largo de este proceso no cíclico, aquello que merezca la pena recordar.

Somos la personalización de nuestros triunfos, somos el futuro que procuramos construir en nuestro pasado, y por eso vivimos atados a aquellos tiempos mejores en que el esfuerzo valió la pena. La nostalgia de aquel entonces en que fuimos más de lo que seremos nunca.

Entonces, si vamos a morir de todos modos ¿Vale la pena esforzarse en tener una vida plena o solo procurarse los lujos que estén a nuestro alcance para buscar que el trance sea lo más rápido posible?

A mi parecer lo más cómodo sería buscar que el tiempo pasase de la forma más amena posible. Pero el día en que uno tenga que abandonar su existencia, haya o no que reunirse con un ser supremo, no creo que quiera mirar hacia atrás en su vida y no encontrar nada de lo que sentirse orgulloso, ninguna hazaña que le haga sentir especial.

Ha ahí el problema que me atormenta ¿De que debo sentirme orgulloso...?
Puede que nunca haya sido una persona de malos resultados y logros inútiles, pero por mucho que alguna vez haya obtenido algún triunfo considerable solo ha servido para hacerme sentir peor en el futuro, para entender que lo pasado pasado está y no se volverá a repetir.
Quiero encontrar ese algo que me haga sonreír un día tras otro, ese algo que me llene de satisfacción cada vez que lo hago, ese algo que hace que me sienta especial y diferente de los demás...

Ese algo puede que llegue algún día, pero mientras tanto no puedo evitar el sentirme perdido, indefenso ante el paso de los tiempos y su implacable final.

[#376] La muerte no es gratis. Es por eso que se paga con el esfuerzo, la esperanza y las lágrimas de toda una vida...

martes, 8 de marzo de 2011

Entropía...

Tzvi Erez plays Bach Siciliano

Martes 4 de Marzo del 2011 a las 3:07
- Memórias del insomnio -

¿Que se supone que estoy haciendo aqui?
Me imagino que perder el tiempo. Mañana tengo un examen y llevo todo el día estudiando a regañadientes y con ganas de hacer la siesta.
Pero ahora que porfín puedo disfrutar de mi merecido descanso... ¿No tengo sueño?
Pues va a ser que no, que no tengo sueño, ni ganas de seguir como de costumbre la verdad. No me apetece en absoluto seguir con la misma dinámica de siempre, con la misma monotonía de ser siempre el mismo y no presentar esos sentimientos que demuestran al mundo tal y como soy...

A lo largo de mi vida siempre he acostumbrado a exagerar las cosas para que no carezcan de importancia. Me gusta hacer que cada momento, por insignificante que sea, no acabe olvidado a causa de su brevedad o su carencia de sentido.
De ahi que casi que todas las veces que escribo termine por exagerar o darle un toque dramático a todo cuanto expongo, por que me gusta, por que es mi forma de sentir como voy fluyendo lenta y dulcemente a traves de cada palabra, de cada frase, de cada metafora y cada pensamiento que me irrita o me deprime, que me hace feliz o que me arrebata mis esperanzas.

Más que una forma de dramatizar la historia de mi vida es una forma de ser sincero pero sin exponer toda realidad. Comienzo a escribir sobre algo que me lleva de cabeza utilizando las definiciones más profundas que consigo sintetizar, y mientras el lector solo va encontrando sucesivamente exageraciones, detrás de todas esas palabras relmente se ocultan verdaderos sentimientos sin exagerar, opiniones macabras o sentimientos tristes que me queman día y noche.
De este modo la relidad se disuelve entre la ficción de mi insana imaginación...

Aunque resulte pesado todo lo anterior solo ha sido una mera introducción, una forma de decir que realmente me cuesta decir lo que me ocurre y como sucedaneo expongo mis sentimientos sin decir cual es la gota que colmó el vaso.
Es como estar triste y que se note en el habla, en las expresiones, en la forma de relacionarse, pero en nigún momento dices realmente que ocurre.
De la misma forma yo transmito como me siento mediante comparaciones, antítetis, alegorias, metaforas y todo tipo de recursos con los que solamente consigo muchas veces dar vueltas al mismo concepto con diferentes imágenes.

Por esta razón mis pensamientos terminan en convertirse en meros tormentos que solo parecen buscar la compasión, dar pena, inducir al llanto y llamar a las puertas del infierno...

"Hoy es uno de esos días en los que no te apetece seguir hacia adelante, en que sientes que el mundo entero conspira contra ti y busca el momento exacto para destrozarte sin piedad. Sientes que te están jugando una mala pasada que desconoces, como si tus amigos te gastaran una broma eterna de la cual no sabes ni entiendes nada, como si no terminaras de encajar en el puzle de la sociedad de a tu alrededor.

Una cosa trás otra se acumula en mi mente sin dejarme siquiera respirar. Todo se convierte en una gran pelota que rueda y rueda ladera abajo, sin descanso, sin pausa y sin frenos, sin nadie capaz de detenerla. Solo me queda sentarme a esperar y contemplar como se estrella contra un muro para que asi, yo y solo yo, tenga que encargarme de recoger todos los pedazos de mi felicidad que han salido despedidos en todas direcciones."


Esto es lo que hoy hubiera dicho de no ser por este pequeño esfuerzo de querer cambiar. Pero ¿No resulta más elegante decirlo así por mucha carencia de sentido que pueda llegar a generar?

No estoy seguro de que responder. Puede que lo realmente importante sea explicar tus problemas para encontrar una solución, pero esos mismo problemas también pueden ser el combustible para el motor de la imaginación, ese pensamiento abstracto que te ofrece imágenes desconocidad pero certeras, claras y concisas, explicaciones fantásticas fuera del alcance de lo material.

Más que un texto de objetivo estético toda esta parafernalia que ahora mismo estoy construyendo se ha convertido en una auto-observación que busca explicarme a mi mismo que es lo que hago, y por primera vez pido ayuda a aquellos que en este momento leen estas lineas, pido que se cuestionen cual es la importancia de todo esto, que se pregunten cual es la debida forma de decir las cosas.

En un principio todo cuanto expongo pensaba permitir que se perdiera en el olvido para así no demostrar signos de flaqueza. No nos gusta reconocer nuestros errores o nuestros defectos, y procuramos evitar dentro de la medida de lo posible demostrar su existencia mediante el silencio, pero una persona muy importante para mi me explicó una vez algo que hoy estoy poniendo en práctica:

"Aquel que pregunta es ignorante durante un minuto; pero quien no lo hace se mantiene ignorante durante toda su vida"


Por esa razón estoy aqui a estas horas sin poder dormir y poniendome en evidencia. Posiblemente apague el ordenador para intentar conciliar el sueño y evitar la tentación de seguir frente a la pantalla quemándome los ojos. Pero no puedo evitar dar vueltas a este pensamiento, no puedo para de pensar si realmente todo cuanto he escrito carece o no de sentido, si todos esos problemas que he ido soltando uno tras otro se han desprendido de mi ser...

Es por eso que si estás leyendo estas lineas significa que al final me decidí por el camino de la sincerdidad y que, gracias a los buenos consejos, aquella extraña noche de insomnio no resultó en vano...

[#376] Aunque no consiga dormir el mañana llegará. Independientemente del mundo el tiempo seguirá avanzando...