"Tan necios como para tropezar con nuestra propia sombra" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -Gedoxis-

domingo, 22 de abril de 2012

Difracción...

Pink Floyd - Another Brick in the Wall


Si mi vida fuera un árbol todavía estoy en el tronco, sin saber que rama seguir, indeciso e indefenso ante los azotes que me depara el destino.

Es extraño como ahora las decisiones se abalanzan sobre mi, como cada paso, por muy minúsculo que sea, me acerca lentamente al abismo. Y tengo miedo, miedo de pifiarla, miedo de añorar el pasado, de temer al futuro y sufrir el presente.

No se que debo hacer, que debo pensar, que debo sentir, que debo soñar.
No consigo que nada se aloje con una sonrisa en mi mente. No alcanzo a comprenderme a mi mismo, ni a mis ambiciones, ni a mis limitaciones. Me siento indefinido, como una etiqueta en blanco, como un pentagrama vació.

Desde que se supone que estoy "madurando" mucha gente suele decir que me echa de menos, que mi viejo yo se ha diluido en el tiempo. Me recuerdan el pasado y sus inolvidables momentos, nuestros grandes momentos de gloria, nuestros insanos disparates, nuestros desternillantes desastres capaces de hacernos reír hasta caer redondos al suelo completamente exhaustos.

Soy consciente de que el tiempo sigue su curso, y de que nadie consigue quedarse eternamente rezagado, y que, por supuesto, yo no soy una excepción.

Pero aunque no lo parezca él que más me echa de menos soy yo.

No puedo evitar sentirme despojado de mi mismo, alejado cada vez más de mi pasado. Empujado a desprenderme de ser quien era por una extraña inercia que tira de mi en todas direcciones.

El tiempo hace mella en nosotros, cierto que en unos más que en otros, pero no conseguimos escapar de esta realidad.
Pero es curioso, es realmente curioso como esta serie de cambios nos acerca de vez en cuando más a unas personas que a otras, y viceversa.

El problema es tener la capacidad de elegir, la posibilidad de acertar y la de fallar, sostener en tus manos la responsabilidad de tu futuro.

No se que rama elegir ni que bifurcación tomar. Solo tengo presente que acabe en la hoja que acabe se tiene que marchitar.

A las puertas de la muerte miras atrás con pena, desdén y melancolía.
Contemplas tu vida tristemente, te aferras a ella aunque no queden cosas por hacer o tiempo para poder hacerlas.

Esa vida que termina pero que podría haber sido otra.
El final de un largo camino arduo y angosto, pero a la vez alegre y maravilloso.
Un extraño regalo que nadie alcanza a explicar...

[#376] El camino se difracta, se descompone y se desvía, pero solo hay un futuro a seguir en esta vida.