"Tan necios como para tropezar con nuestra propia sombra" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -Gedoxis-

jueves, 16 de diciembre de 2010

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Edward Scissorhands - Theme

Sinceramente, y empezando sin mentiras, siempre he resultado ser de ese tipo de personas que ignoran los sentimientos y las verdaderas promesas que les llegan hasta el corazón.

Por muy penetrante y calida que me resulte esa sensación en mi pecho siempre termino por arrancarla, dejando una cicatriz invisible que comprende todo cuanto pudiera haber conseguido, una herida forjada por miedo al día en que ese calor tenía que desaparecer del mismo modo en que la vida nos será arrebatada.

Transitando el camino de la ignorancia del corazón. Negarle sin piedad a uno mismo que la ingenuidad y la ilusión son enemigos que van de la mano, uno a la par con el otro, buscando ese momento de luz y color para que el cielo se oscurezca...

La razón por la que sigo es por tener un lugar sobre el que pisar, un combustible o una especie de droga que me quema por dentro y que me obliga a respirar, haciéndome desprender calor y abundantes sonrisas para terminar helado por dentro.

Solo pretendo desear con la voz alzada para que todo siga girando como corresponde, para que todos esos pequeños engranajes sigan con su tic tac eterno, retumbando furtivamente y sin descanso, hacia el interior de este tronco vacio que germinó hace décadas sobre mi alma...

Nunca he conseguido eso a lo que normalmente llaman "tu sueño", esa meta o deseo que todos aguardan ansiosos y por la que luchan aferrándose con toda su esperanza. Continuo mi camino sabiendo que nunca tengo una meta clara y de la cual deba sentirme orgulloso, ninguna lucha en la que realmente me importe el resultado...

En mi tierna infancia todavía quedaba algo de esa ilusión que te hacia avanzar empujoncito a empujoncito, un paso detrás de otro pensando que seguir acabaría por brindarte algo por tus esfuerzos.

Pero con el tiempo uno va perdiendo esa ilusión e ingenuidad genuinas de la infancia para obsequiarnos con esa incertidumbre que nos arropa día tras día, y que crece a cada paso que damos.

Poco a poco uno va soltando deseos y metas que estaba decidido a cumplir, pero, seguimos avanzando y... ¿Con que nos topamos?
Con que esas metas han quedado demasiado atrás, que es demasiado tarde para seguir luchando y hay que aceptar la derrota.

Por desgracia sigo aquí, deseando aferrarme a estrellas lejanas que ellos acarician en sus sueños y que yo solo observo desde la Tierra...

De este modo sigue tu camino. Se desprende en cada promesa una ilusión, un granito de esperanza de cada puñado de arena del castillo de nuestros sueños, nuestro palacio infantil a la orilla del mar...

[#376] Frente al mar azul contemplando el naufragio del velero de la esperanza...

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