Discordia...

Nunca me he sentido lo suficientemente fuerte como para afrontar el mundo sin antes haber tenido momentos de paz en los que meditar debidamente, instantes que aun siendo fugaces e incluso imperceptibles los he guardado con regocijo.

Estoy cansado y harto de engañarme a mi mismo constantemente haciendo lo que debo en vez de lo que quiero, no quiero seguir sintiéndome como un hipócrita que no hace nada por cambiar.

El cansancio se apoderaba lentamente de mi y cada vez se acumulaba mas en mi desgastado y débil estado de animo, poco a poco me iba apagando como una vela frente a una ventana, sola y asustada ante la tormenta que se aproxima.

Me acurruque entre las sabanas del olvido y me sumergí en el mar de mi mente para encontrarme sumido en la mas absoluta oscuridad, donde no tengo por que pensar y donde no tengo por que sonreír.

Poco a poco me fui muriendo sin ni siquiera darme cuenta de lo mucho que estaba perdiendo, de lo mucho que necesitaba reflexionar y mediar unas palabras con migo mismo. No me daba cuenta de que lo único que en verdad me hacia falta era un poco de paz interior, que necesitaba relajarme y volver a ser quien era en un principio, que necesitaba retornar al punto de partida desde donde ver todo de nuevo.

No siempre podemos escapar de las mentiras que nos decimos a nosotros mismos, y tampoco podemos evitar ser tan imbéciles como para no convencernos a nosotros mismo de algo cuando no lo tenemos del todo claro. No engañamos a nosotros mismos con el fin de sentirnos mejor, pero finalmente lo único que se consigue es sentirnos peor...

Ponerse a hablar ante el espejo para oír como te dan la razón, eso es lo que mas de una vez acabamos haciendo sin ni siquiera darnos cuenta de lo tristes que somos, y lo peor es que finalmente acabamos convencidos de que tiene razón.

[#376] Tan necios como para tropezar con nuestra propia sombra...