"Tan necios como para tropezar con nuestra propia sombra" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -Gedoxis-

lunes, 19 de julio de 2010

Tormenta...



No hace mucho aprendí que las respuestas a muchas de nuestras dudas las tenemos nosotros mismos. Siempre recurrimos a los demás sin darnos cuenta de que el problema somos nosotros mismos y que nuestra propia mano nos puede dar solución.

¿Es tan difícil entender que nos valemos por nosotros mismos? ¿Es tan difícil entender que en verdad al final lo único que hemos necesitado es una opinión de otra persona para al final hacer lo que uno piensa?

¿Por que dar tantas vueltas a las cosas cuando puedes hacerlas instintivamente sin tener que recurrir a un dolor de cabeza? Somos unos necios, siempre con remordimientos sin haber llegado a hacer nada, el mero pensamiento nos engulle hasta la necedad.

Dando nombre a la entrada, nuestra mente no es mas que una continua tormenta donde caen rayos sin ton ni son, la tierra son nuestros principios donde nos posamos y nos basamos para pensar, el cielo es donde nuestras ideas y pensamientos flotan en la duda, y arriba junto a los nubarrones se encuentra lo que debatimos y discutimos en nuestra mente.

Nuestras discusiones internas chocan entre si generando fuertes rayos que se precipitan sobre la tierra aniquilando nuestros principios y haciéndonos volver a pensar. Los pensamientos que flotaban a nuestro alrededor se precipitan sobre nosotros como la lluvia. Nuestros fallos nos hacen reflexionar, a la vez que un fundamento falla otro le sustituye, así trepamos por los relámpagos que nos hacen volver a caer o ascender hasta la nube donde podremos alcanzar una clara decisión que es lo que se encuentra al otro lado de los oscuros nubarrones.

No todos los días son tormentosos, muchas veces al contrario, una suave brisa nos ayuda a decidir con claridad, pero otras la intensa lluvia no nos permite ver la solución que tenemos ante nosotros.

En esos días tormentosos que no sabes decidir mantente firme ante cualquier vendaval, no dudes nunca de ti mismo, mantén erguidos tus principios, no desistas, pues todos sabemos que después de cualquier tormenta el sol vuelve a aparecer...

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