A lo largo de nuestra vida viven, en su epilogo mueren
Pero no conozco lugar donde los sentimientos algo no fuesen
Brotan en nuestra alma como en la torre de una doncella
Fuertes como el acero, brillantes como una estrella
Por ellos se muere, decidimos nuestro indefinido rumbo
Por un amor, una promesa, es la esencia de nuestro mundo
Le damos millones de vueltas, con alegría o remordimientos
Pero son algo impredecible, no como nuestros pensamientos
Después de tomar una decisión la ejecutamos con sutileza
Seguimos adelante utilizando toda nuestra destreza
Alguna vez en la vida se los confesamos a otro ser vivo
Aunque nos cueste le vida, aunque te sientas cohibido
Cada instante sin tu presencia se hace terriblemente largo
Tengo miedo de acabar solo, caer sumergido en eterno letargo...
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