Invertido...

Tanto el fin como el comienzo, ya sea de una canción o de una fabulosa historia, ambos extremos tienen suma importancia ¿Porque no empezar tan emocionantemente como se acaba? ¿Porque el comienzo tiene que ser quien genera un énfasis progresivo y el final quien se lleva el merito y remata la historia...?

Por esa razón pretendo empezar con buen pie y acabar pisando fuerte...

Durante mi tiempo pasado tenia la sensación de que aquello que hacia o dejaba de hacer tenia un significado lógico y que solo era justificable con mis propios medios, que aquello que abarcaba mi pensamiento era un punto al que solo podía llegar mediante una serie de procesos y asimilaciones...

Sentía que cada vez que respondía ante una situación lo hacia mediante una pautas que solo yo tenia, que solo yo pensaba en vez de actuar inconscientemente.

Tristemente tardé en darme cuenta...

Después de bajar del altar de mi prepotencia esculpido con el mejor mármol de mi egocentrismo fue cuando vi desde abajo lo ridículo que eran esos ramos de flores que yo mismo deje caer. Cuanto mas arriba estaba mas peligrosa se volvía la caída, cuanto mas alardeaba mas recursos perdía.

He obrado mal, despreciar a otros por no aprovechar los recursos con los que han sido bendecidos. Si yo he aprovechado hasta el ultimo gramo de mi materia gris para poder o intentar pensar con claridad no es justo que me ría de aquellos que no lo hagan, son libres de hacer lo que les plazca.
Los consideraba inferiores, cosa que nunca debo hacer, ya que ellos no lo son. Simplemente han decidido no pagar el esfuerzo que les brinda una mayor percepción, si se dejan controlar es por que ellos quieren, por que ellos han decidido ese papel.

Pero no debe ser así, he entendido mirándome en el espejo como vencerme, he aprendido a entender gracias a mi mismo por que se crecen los demás, por que alardean de aquello que poseen y conocen...

Ahora me zambullo en el mismo mar que los demás, ahora soy otro pez en la pecera del día a día. Si he aprendido algo de la caída es que tanto yo como los demás amamos a los elogios, nos encanta sentir que lo que hacemos gusta a otros.

Ahora, sentado en mi humilde sillita de mimbre, dedico mi mas sincera y retorcida sonrisa a aquellos que van a caer igual que yo, a aquellos que, no que piensan, si no que sienten que pueden doblegar bajo su control a quienes quieran, que disponen de la sabiduría necesaria para reírse prepotentemente...

Ahora todo esta invertido, preparad vuestras mentes para lo peor...

[#376] Donde arriba es abajo y abajo es arriba, donde la tristeza no llora y la felicidad no silva...