"Tan necios como para tropezar con nuestra propia sombra" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -Gedoxis-

lunes, 19 de julio de 2010

Irrazonable...



Todas esas miradas retorcidas dedicadas a quienes caían en la trampa, esas risas de loco poseso que a golpes de carcajada iban clavándome lentamente una estaca de locura y prepotencia, esa droga prohibida que se compra haciendo daño a los demás, ese dulce licor de lagrimas que aguaba la confianza y que traía por la mañana una resaca de odio y venganza injustificada.

Cuanto daño... Cuantos lazos rotos... Cuanta inocencia maltratada...
Cuantas lagrimas ocultas... Cuantas risas falsas...

Que fuego mas odioso que era capaz de devastarlo todo, que paisaje mas triste tras un incendio de mentiras...

El maquiavélico fuego de mi interior el cual creía que permanecía apagado sigue vivo como una diminuta vela perdida en un antiguo monasterio, frágil y delicada ante el viento y la lluvia.

Retenida y vigilada para que no haga daño a nadie, una llama encerrada pero que sigue quemándome por dentro.

Hice daño, frustré miradas, mancillé esperanzas y mordí manos amigas.
Me convertí en el malvado incomprendido que sacia su desesperación mediante el mal, con planes malvados, con miradas malvadas, con artefactos malvados, con maldades malvadamente malvadas...

Debería darme vergüenza, debería retorcerme de angustia por el mal al que desperté, por los miles de ríos que encaucé hacia el abismo, por los corazones que el oscuro acero de mi espada atravesó...

Debería, pero...
¿Acaso he dicho que valla a hacerlo?

Desperté al mal, hice que resurgiera del olvido, que volviera a la superficie y que devastara el horizonte.
Yo hice caer el estruendo metálico a las profundidades desde el pozo de la tumba, yo desencadené los tambores que retumbaron de nuevo en el interior del palacio de roca, yo desperté una vez más el daño de Durin para que volviera a sembrar el terror, el engendro de fuego y sombras que dormía en el corazón de Khazad-Dûm...

Su espada seccionó una por una cada una de las esperanzas que brillaban en sus ojos, su látigo atrapó sus sonrisas para callarlas por siempre en la oscuridad, y su mirada de demonio de fuego atravesó sus corazones sacando el mal que ocultaban.

El desorden, la locura, las catástrofes impredecibles dominaron por completo el conjunto de nuestra pequeña sociedad.

¿Por que tubo que acabar? ¿Por que el buen juicio volvió a mí...?
Que dulce hubiera sido seguir, seguir allí arriba contemplando el caos sobre la tierra, como el diluvio ahogaba a todos aquellos que no merecían subir al arca.

!Que mundo perfecto aguardaba! !Que edén mas perfecto había sido labrado!
Pero al elegir entre el bien y el mal se truncaron los sueños, se frustraron las esperanzas y el arrepentimiento me invadió tras caer de bruces contra el suelo, volviendo a ser mortal, viendo como el arca ascendía hacia los cielos completamente vacía y sin rumbo.

Vacilaron, fueron indecisos y no caminaron firmemente y eso fue lo que no permitió subir a tiempo al arca.

Pero doy gracias al cielo, doy gracias por haberme dado la posibilidad de quemar bastas extensiones para intentar plasmar mis sueños, para construir un pequeño paraíso apartado de la mugre que se encuentra en nuestro día a día, por haberme brindado una oportunidad para construir un refugio de paz y felicidad sincera.

Aunque todo se allá perdido por lo menos pude rozarlo, sentirlo durante un fugaz instante que me irradió de alegría.
Pero a lo hecho pecho, descendí de los cielos que pensaba gobernar, perdí mi imperio y mis armas. Pero vuelvo a dar gracias, por que no lo he perdido todo. Todavía me quedan los conocimientos y un as en la manga... La amistad.
La mistad de aquellos que realmente siente lo mismo que yo y que también quieren un pedacito de mundo que compartir mutuamente.

Pero sigo aquí, y ella también. Esa pequeña llama que brilla desde lo alto de la torre, esa pequeña llama que saltará de cortina en cortina, esa pequeña llama que volverá a descender consumiendo el monasterio, esa pequeña llama que retornará junto a los mortales para volver a saborear el cielo y a incendiar la tierra...

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..
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Y por último dejar aquí la canción que detonó este resurgir, una canción que me ha acompañado desde mi más tierna infancia y la cual hasta hace poco no sabia que me identificaba. Te recuerdo querido amigo mio, compañero de noches profundas y estrellas fugaces en el firmamento, que se trata de aquella conversación que tuvimos en la cual sin querer o sin querer evitarlo soplaste las brasas que encendierón la llama, y te doy las gracias, compartir las noches contigo es como compartirlas con la luna, porque obtienes respuestas claras...



[#376] Los tambores de Moria retumbarán en vuestras almas. Pero, esta vez, lo harán a mi són... A mi compás... Junto a mi sístole... Y junto a mi diástole...

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